El Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales del Ecuador (CONGOPE), con el propósito de aportar al desarrollo territorial sustentable y a la construcción de capacidades y compentencias descentralizadas en sus agremiados, ha venido desarrollando una intensa actividad en el campo de la formación continua en fomento productivo territorial dirigida a los funcionarios provinciales vinculados con esta nueva competencia. Dentro de este propósito, CONGOPE vio la pertinencia de desarrollar, en 2011 y 2012, un total de cuatro entrenamientos en técnicas de facilitación de espacios y procesos de
Desarrollo Económico Local y Territorial.

Los primeros dos entrenamientos se llevaron a cabo en las ciudadesde Ibarra (Imbabura) y Salinas (Santa Elena) en diciembre de 2011 y estuvieron a cargo de un equipo binacional de capacitadores: Osvaldo Bernales Rivas, chileno, funcionario y académico de la Universidad de Los Lagos, con sede en Osorno; y Alberto Rosero, ecuatoriano, consultor, planificador y experto en facilitación. Ambos entrenamientos tuvieron como objetivo que los participantes reconocieran la
importancia de innovar metodológicamente los procesos de Desarrollo Económico Territorial y que adquieran nuevos conocimientos y destrezas en técnicas esenciales de facilitación que posteriormente pudieran aplicar en sus actividades territoriales.

La respuesta de los 42 participantes (provenientes de 13 gobiernos provinciales, dos centros académicos regionales, del Banco del Estado y del mismo CONGOPE) a esta primera oferta de formación práctica en técnicas de facilitación, fue muy entusiasta. El enfoque metodológico de los entrenamientos resultó muy propicio para lograr los propósitos de transferir los conceptos y prinicipios básicos, así como para introducir las principales técnicas y formatos que se pueden aplicar en la
facilitación de espacios y procesos en torno al Desarrollo Económico Territorial. A la vez, los participantes tuvieron la oportunidad concreta de adquirir destrezas como facilitadores y facilitadoras. Sin prejuicio de esa virtud, en el desarrollo de estos dos primeros entrenamientos pudo identificarse la necesidad de ampliar y profundizar ciertos temas y seguir fortaleciendo las destrezas en las personas para consolidar su perfil de facilitadores.